Ya son cinco años escribiendo en este blog. Son 78 entradas en las que he hablado de liderazgo, de comunicación, de trabajo en equipo o de actitud ante el cambio. Ante todo he hablado de personas, para personas. Y seguiré haciéndolo pues la vida nos deja a nuestro paso decenas de detalles que, si nos fijamos con algo de atención, se pueden convertir en aprendizajes aplicables a nuestro día a día profesional o personal.
Hoy escribo el último post que publicaré siendo parte del equipo del Banco Exterior. En estos años colaboré con un fantástico grupo en crear una forma muy especial de entender una organización empresarial a través de un concepto que denominamos Gente sin Igual. Y hoy me corresponde compartir con quienes me han acompañado todos estos años algunas reflexiones muy importantes para mi.
La experiencia de haber presidido el Banco Exterior estos últimos 6 años se queda en mi memoria emocional como una de las etapas más enriquecedoras de mi vida profesional. Si a ello le sumó 7 años de experiencia en el Banco Interamericano de Finanzas (BanBif) en el Perú, la ecuación da como resultado casi 14 años de mi vida profesional dedicado a entender Latinoamérica a través de dos países maravillosos que han sido testigos del desarrollo y consolidación de una forma muy personal de entender la gerencia.
Construir algo es un propósito desafiante para el que uno siente, cuando comienza, que esta preparado de sobra. La experiencia, el estudio, la observación y el aprendizaje de lo que algunos visionarios aplicaron con resultados extraordinarios en distintas actividades a lo largo de todo el mundo, animan a enfrentar esa construcción sobre la base del liderazgo adaptativo y de conceptos como la conectividad y la colaboración. Sin duda el correr de los años se encarga, a través de la cercanía (contaminación) con algunos líderes tóxicos, de dejar el ánimo de muchos por el camino. Sin embargo, convirtiendo lo negativo en aprendizaje y multiplicando lo bueno en actitud positiva, año a año se va confirmado cual es el camino que más luz ofrece. Quizás no el único camino (no hay una única verdad), pero al menos sí el camino más coherente, positivo y apasionante para la época que vivimos.
Estos últimos años han sido una auténtica sinfonía del cambio y muchos en Banco Exterior se atrevieron a interpretar la partitura de la misma. Lo interesante es que esa partitura se ha interpretado haciendo sonar distintos instrumentos por parte de muchos de nosotros en diferentes momentos. Si la actividad de una empresa debiera sonar como una sinfonía, los músicos que la interpretan deben hacerlo con aquel instrumento que más dominan y con el que se sienten mejor. Michael Jordan intentó jugar Béisbol, pero fracasó porque en realidad él era un virtuoso del Basket. Se trata entonces de buscar una conexión absoluta entre la competencia del músico y las que se requieren para cada instrumento. Se trata de conseguir que cada cual encuentre su elemento, es decir, ese pequeño universo en el que nos sentimos bien, y productivos para el lograr el bien común, haciendo lo que hacemos.
Así, muchos "músicos" en Banco Exterior comenzaron "tocando" en operaciones y continuaron en créditos, o comenzaron en negocios y siguieron en tecnología, o comenzaron en productos y siguieron en contraloría, o comenzaron en tesorería y siguieron en corporativa, o comenzaron en el centro de contacto para seguir en recuperaciones y así un largo etc. Muchos se atrevieron a entender que la zona de confort, con su paradigma favorito del "esto siempre se ha hecho así", es el peor enemigo de la evolución personal. Se aprendió a explorar terrenos más allá de lo conocido para entender que había capacidades que no estaban aprovechadas y en las que éramos virtuosos. Por supuesto que a veces duele, pero ese dolor es inevitable si quieres ver otros paisajes, siempre buscando el elemento y aceptando una partitura colectiva y compartida que nos llevó a fantásticos niveles en lo financiero y a soñados niveles en lo relativo a clima laboral.
Así, muchos "músicos" en Banco Exterior comenzaron "tocando" en operaciones y continuaron en créditos, o comenzaron en negocios y siguieron en tecnología, o comenzaron en productos y siguieron en contraloría, o comenzaron en tesorería y siguieron en corporativa, o comenzaron en el centro de contacto para seguir en recuperaciones y así un largo etc. Muchos se atrevieron a entender que la zona de confort, con su paradigma favorito del "esto siempre se ha hecho así", es el peor enemigo de la evolución personal. Se aprendió a explorar terrenos más allá de lo conocido para entender que había capacidades que no estaban aprovechadas y en las que éramos virtuosos. Por supuesto que a veces duele, pero ese dolor es inevitable si quieres ver otros paisajes, siempre buscando el elemento y aceptando una partitura colectiva y compartida que nos llevó a fantásticos niveles en lo financiero y a soñados niveles en lo relativo a clima laboral.
Hoy quiero agradecer a los accionistas del banco la oportunidad de liderar a todos los colaboradores de Banco Exterior. Hoy quiero agradecer a todos los colaboradores por tanta pasión, por tanta entrega, por tanta fe en construir un mundo diferente. Un mundo sin igual. Quiero manifestar el orgullo que experimento al observar como ustedes se dieron cuenta de que el crecimiento de una organización no puede llegar, de forma sostenible, sin el complemento esencial del crecimiento de cada una de las personas que configuran la empresa. De cada uno de ustedes. Y esa, quizás, sea la gran fortaleza que estos últimos años permitió recibir una fantástica herencia y tener la fortaleza para seguir construyendo un gran proyecto empresarial.
Ya finaliza mi contrato laboral con Banco Exterior. Pronto comenzarán nuevas ilusiones a desarrollarse y nuevos desafíos a comprometer toda mi pasión y mis principios. Mientras tanto, les aseguro que mi contrato emocional con ustedes nunca terminará porque todos ustedes son ya parte del equipaje que me llevo en mi maleta de experiencias. Nunca les olvidaré.
¡Gracias!
Raúl Baltar
Ya finaliza mi contrato laboral con Banco Exterior. Pronto comenzarán nuevas ilusiones a desarrollarse y nuevos desafíos a comprometer toda mi pasión y mis principios. Mientras tanto, les aseguro que mi contrato emocional con ustedes nunca terminará porque todos ustedes son ya parte del equipaje que me llevo en mi maleta de experiencias. Nunca les olvidaré.
¡Gracias!
Raúl Baltar